(Entrevista con el profesor Hans Hägglund, que hasta hace poco era médico jefe y director de operaciones de la unidad de oncología infantil del Hospital Universitario de Uppsala). Por Barncancerfonden. La atención prestada a los supervivientes adultos de cáncer en Suecia es desigual y depende de la ubicación geográfica. Suecia está dividida en 21 condados, que han formado seis regiones en las que cooperan varios de estos condados. Muchas localidades dependen de espíritus impulsados individualmente para proporcionar atención, lo que hace que el sistema sea vulnerable. Además, es necesario que los distintos sistemas digitales de historiales médicos de los condados puedan comunicarse. Con el tiempo, se espera que los sistemas suecos puedan comunicarse también con otros sistemas nacionales. El profesor Hägglund no está seguro de que el Estado deba implicarse más, pero cree que es necesario tomar decisiones conjuntas y aplicarlas por igual. Utilizar los distintos registros nacionales de supervivientes de cáncer, como el de Salub, es primordial, ya que permite a los profesionales sanitarios ver qué tratamientos podrían causar una determinada complicación más adelante, y prevenirla potencialmente en futuros pacientes. Aunque el nuevo programa nacional de atención se puso en marcha hace relativamente poco, también es cuestión de presupuesto y prioridades The care provided for adult cancer survivors in Sweden is unequal and dependent on geographical location. Sweden is divided into 21 counties, which have formed six regions where several of these counties cooperate. Many locations are dependent on individual driven spirits to provide care, which make the system vulnerable. Further, there’s a need for the counties’ different digital systems for medical records to be able to communicate. Eventually, there’s a hope that the Swedish systems would be able to communicate with other national systems as well. Prof. Hägglund is uncertain if the state should be involved more but feel that it’s a given to take joint decisions, and to implement them equally. Making use of the different national records for cancer survivors, like Salub’s register, is paramount as it allows the healthcare providers to see which treatments might cause a certain complication later, and potentially prevent it in future patients. Although the new national care program was launched relatively recently, it’s also a matter of budgeting and priorities