Una vida plena tras un tratamiento exitoso. Cómo disfrutarla en remisión?

Sin duda, recibir un diagnóstico de cáncer supone una conmoción en el mundo de la persona. Incluso cuando se está en remisión, existe incertidumbre sobre el futuro y la probabilidad de que el cáncer reaparezca. Aunque la probabilidad sea muy baja, la extraordinaria lucha contra este reto al que se enfrenta su salud hace que los pacientes sean más vulnerables.

No son sólo los diversos efectos secundarios que siguen al tratamiento; para algunos, quizá sean los efectos psicológicos los más agotadores. Con el tiempo, el cuerpo se recupera, pero ¿se puede seguir disfrutando de una vida plena tanto o más que antes?

Por supuesto. Aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a recuperarte al entrar en esta nueva etapa.

Despertar viejas pasiones

Es probable que algunas, o incluso todas, las actividades que le proporcionan alegría hayan tenido que dejarse de lado durante el agotador periodo de tratamiento. ¡Ya es hora de que vuelvas a tus pasiones!

¿Le gustaba frecuentar exposiciones, obras de teatro y otros actos culturales? ¿Escribir música o poesía? ¿Haciendo deporte? ¿Experimenta en la cocina? Cualquier antigua afición que retome activamente le proporcionará una sensación de plenitud interior; por ello, le recomendamos que se permita disfrutar de ella con la mayor frecuencia posible.

Explorar nuevos horizontes

La alegría constante de explorar y descubrir es una fuente de inspiración y un recordatorio de que una vida cotidiana más rica podría estar esperándonos a la vuelta de la esquina si nos atrevemos a tomar el camino desconocido. Las actividades nuevas, sobre todo las que dudabas en emprender o no te veías haciendo antes de la enfermedad, tienen más probabilidades de provocar la mayor cantidad de emociones positivas y liberar tu potencial interior.

¿Siempre ha querido hacer un viaje en solitario? ¿O quizás te graduaste en la escuela de arte aunque secretamente soñabas con tomar clases de danza? ¿Tal vez tu vocación sea el voluntariado? No tengas miedo de explorarte a ti mismo y a tu entorno.

Manténgase en contacto con personas afines

Volver a encarrilar la vida suele ser cien por cien más fácil con la ayuda de personas que comparten experiencias similares. Las personas que han superado un cáncer son las que mejor entienden los retos a los que te has enfrentado y dónde te encuentras ahora.

Si decides unirte a un grupo de apoyo contra el cáncer, una sociedad u otra ONG, tendrás la oportunidad de rodearte de una comunidad solidaria dispuesta a compartir. Te darán tanto consejos prácticos para sentirte más motivado cada mañana como la esperanza de que realmente es posible, aunque a veces empieces a dudarlo.

Una de las opciones es nuestra creciente comunidad en la plataforma Discord: no dudes en unirte a nosotros cuando quieras.

Márcate objetivos realistas.

Una mentalidad positiva con respecto a su futuro es crucial tanto en el tratamiento como en la remisión. Hay objetivos específicos y alcanzables para programar tu mente; objetivos que ayudan a controlar objetivamente tu crecimiento una vez realizados.

Independientemente de lo grande o pequeña que sea tu ambición, ya sea correr una maratón, cambiar de rumbo profesional, retomar esa afición que hace tiempo que no te gusta o prestar más atención a tu salud, no olvides estarte agradecido contigo mismo, no sólo por los progresos, sino también por el esfuerzo.

Si simplemente decides seguir este consejo y dedicar tiempo a escribir tus objetivos, será algo que habrás hecho por ti mismo.

Alimente su cuerpo, alma y mente

Las prácticas de atención plena (meditación, respiración profunda, movimiento consciente, etc.) cultivan la capacidad de «apegarse» al momento presente observando los propios pensamientos y emociones sin juzgarlos, además de fomentar una sensación de claridad y paz interior.

Las actividades relajantes que ayudan a mantener la armonía interior, como pasear al aire libre, leer o escuchar música relajante, tienen un efecto similar. Mientras tanto, el ejercicio regular o una dieta sana no sólo favorecen la salud física, sino que también aumentan los niveles de hormonas de la felicidad en el organismo.

Esto crea un espacio para la reflexión, una conexión más profunda con el yo interior, el amor y la compasión por uno mismo, y refuerza la determinación y la resistencia para afrontar los retos.

Vivir con cáncer no es sólo sobrevivir; también es una oportunidad para ver lo inspiradora que puede ser la vida cotidiana. ¡Hay muchas cosas que inspiran fuera del diagnóstico! No tengas miedo y mantén el corazón y los ojos abiertos; vuelve al mundo: echa de menos tu creatividad.

Al fin y al cabo, tu contribución para afrontar con éxito el difícil reto es tan importante como la medicina avanzada, los expertos o la atención a los demás, ¿verdad? Apostamos a que si tienes fe persistente y crees en ti mismo, romperás cualquier hielo y llegarás a esta fase mucho más agradable.