Muchos adolescentes y adultos jóvenes (AYA) supervivientes de cáncer infantil se enfrentan a efectos tardíos relacionados con la enfermedad o el tratamiento, que limitan su participación en diversas áreas de la vida cotidiana. A menudo, los AYA se quedan solos en nuestro sistema sanitario, y muchos se preocupan por su capacidad para hacer frente a las secuelas a largo plazo, y algunos incluso se pierden durante el seguimiento. Por lo tanto, en el presente estudio, se desarrolló y evaluó un programa específico de cuidados posteriores con el objetivo de facilitar tres importantes «habilidades para la vida»: (1) autopercepción, (2) interacción social y gestión de conflictos, y (3) comunicación consciente de las necesidades de apoyo. Un total de n = 13 participantes (de 19,2 a 30,2 años, con una edad media de 22,8 años) completaron un seminario de cuidados posteriores de 3 días, al final del cual cada participante escribió una carta de reflexión («carta a mi futuro yo»), en la que explicaba los efectos observados del seminario, la aplicabilidad de la información dada en la vida diaria y el impacto directo del seminario en sus circunstancias individuales. Las cartas de reflexión se analizaron mediante un análisis de contenido cualitativo. En las cartas de reflexión se mencionaron todas las habilidades para la vida. Los participantes informaron de los beneficios individuales del programa, especialmente en lo que respecta a la autopercepción y la confianza en sí mismos, a dar y recibir feedback, y a la aceptación de los puntos fuertes y débiles personales. Además, la sensación de «no estar solo» se asoció con la experiencia de apoyo emocional y social de los supervivientes. Esta evaluación pone de relieve el potencial de un seminario de postratamiento de un fin de semana para abordar importantes habilidades para la vida que se sabe que influyen positivamente en el comportamiento de salud de los jóvenes adolescentes. La descripción detallada del seminario puede servir de base para hacer accesible este tipo de asistencia posterior a otras personas en circunstancias similares.
Many adolescents and young adult (AYAs) childhood cancer survivors face disease- or therapy-related late effects, which limit their participation in various areas of daily life.AYAs are often left alone in our health care system, and many worry about their ability to cope with long-term sequelae, and some are even lost to follow-up. Therefore, in the present study, a targeted aftercare program was developed and evaluated with the goal of facilitating three important “life skills”: (1) self-perception, (2) social interaction and conflict management, and (3) self-conscious communication of support needs.A total of n = 13 participants (19.2–30.2 years, mean age 22.8 years) completed a 3-day aftercare seminar, at the end of which each participant wrote a reflection letter (“letter to my future self”), elaborating on observed effects of the seminar, applicability of the given information in daily life, and the direct impact of the seminar on their individual circumstances.The reflection letters were analyzed using qualitative content analysis. All target life skills were mentioned in the reflection letters. The participants reported individual benefits from the program especially with respect to self-perception and self-confidence, giving and taking feedback, and acceptance of personal strengths and weaknesses.Moreover, the feeling of “not being alone” was associated with the survivors’ experience of emotional and social support. This evaluation highlights the potential of a one-weekend aftercare seminar to address important life skills that are known to positively influence health behaviour in AYAs. The detailed description of the seminar can serve as a basis for making this kind of aftercare accessible to other people in similar circumstances.