Las contribuciones de los grupos cooperativos a la realización de ensayos clínicos de grandes cohortes y estudios de supervivencia a largo plazo han facilitado los avances en el tratamiento, los cuidados de apoyo y, en última instancia, la supervivencia de los pacientes con cánceres pediátricos. Como resultado, se espera que el número de supervivientes de cáncer infantil sólo en EE.UU. alcance casi los 580.000 en 2040.
A pesar de estas mejoras sustanciales, los supervivientes de cáncer infantil siguen teniendo una elevada carga de enfermedades crónicas y un riesgo excesivo de muerte prematura en comparación con la población general y, por lo tanto, constituyen una gran población médicamente vulnerable para la que es muy necesaria la prestación de una atención personalizada de alta calidad.
Los datos de grandes cohortes de supervivientes han permitido identificar asociaciones convincentes entre los cánceres pediátricos, el tratamiento del cáncer y los trastornos de salud a largo plazo. La traducción efectiva de estos hallazgos en una atención clínica que mejore la calidad y cantidad de vida de los supervivientes sigue siendo un foco importante de la investigación en curso. El desarrollo continuado de estudios clínicos bien diseñados que incorporen estrategias de difusión e implementación con aportaciones de los defensores de los pacientes y otras partes interesadas clave es crucial para superar estas lagunas.
Esta revisión pone de relieve los progresos mundiales realizados y los esfuerzos futuros que serán necesarios para seguir aumentando la calidad y la cantidad de años de vida ganados por los supervivientes de cáncer infantil.
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