Los efectos del cáncer infantil en la nutrición y la actividad física serán diferentes para cada sobreviviente. Hay muchos factores que pueden influir en la capacidad de ser físicamente activo; sin embargo, el cáncer infantil y su tratamiento no deben ser una excusa para no seguir una dieta saludable o no realizar actividad física.

La Sociedad Estadounidense del Cáncer recomienda que los adultos hagan al menos 150 minutos a la semana de ejercicio moderado y al menos 75 minutos de ejercicio vigoroso a la semana. Para los niños y adolescentes, se recomienda que realicen 60 minutos de actividad moderada y vigorosa todos los días, y actividad vigorosa tres días a la semana.

Los sobrevivientes con necesidades especiales pueden participar en la mayoría de las actividades, pero es posible que se necesite la ayuda de un terapeuta ocupacional o físico para adaptar la actividad para el éxito.