Un estudio realizado por Buro et. al exploró las necesidades de los jóvenes adultos supervivientes de cáncer, de entre 18 y 39 años, y sus estrategias de afrontamiento. Las dificultades económicas, la incertidumbre sobre la salud, la carga de los costes médicos y la falta de control sobre la salud fueron los principales factores estresantes. Los participantes negros o afroamericanos también se enfrentaron a la discriminación racial, algunos de ellos con preocupación por el futuro de sus familias.
Los métodos de afrontamiento incluían "dejarse llevar", la fe y/o la espiritualidad, y distraerse de los factores estresantes. Las rutinas y la coherencia aportaron comodidad a la hora de gestionar el estrés y los comportamientos saludables.
Los jóvenes supervivientes prefirieron las intervenciones personalizadas sobre dieta, actividad física y control del estrés, ya que esto les aporta una sensación de control sobre su salud. La edad también influyó, ya que los participantes más jóvenes (18-29 años) se estresaban por la transición a la edad adulta. Los mayores (30- 39 años) tenían responsabilidades adicionales, como la familia y la carrera profesional. El estudio hace hincapié en el apoyo personalizado para abordar los factores estresantes y las preferencias particulares con el fin de mejorar el bienestar.
