Conoce a Magdalena, nuestra embajadora polaca de 28 años.
Diagnosticada de cáncer a los 18 años, nos cuenta cómo aprendió a apreciar las pequeñas cosas y a abrazar sus sentimientos.
Preséntate en breve
Me llamo Magdalena Jaworska, tengo 28 años y soy de Polonia.
En 2013 me diagnosticaron linfoma de Hodgkin, cuando tenía 18 años, y empecé el tratamiento en 2014.
Me enteré de mi enfermedad porque molestaba a mi médico para que me controlara los ganglios linfáticos que tenía por encima de la clavícula, que eran inusualmente grandes y se movían.
Y aunque normalmente me encanta tener razón, odié que esta vez también la tuviera: era cáncer.
Una sorpresa desagradable.
¿Qué le ha enseñado la experiencia del cáncer?
Aprendí que no puedes pausar tu vida ni esperar a que pase lo peor.
Así que me lo tomo a puñados e intento ver la belleza en cada momento que vivo.
Ahora parece fácil, pero para mi yo de 18 años, era la peor parte del tratamiento.
Ver positividad todos los días, o al menos dos veces por semana, no rendirme, mantenerme en pie pase lo que pase.
¿Qué fue lo que más le ayudó durante el proceso de tratamiento?
El apoyo de mi hermana y de mi madre.
Ambas se preocupan por mí y les estaré siempre agradecida por ello.
Tengo ese vínculo indescriptible con mi hermana mayor, así que nuestro humor era muy a menudo algo que mantenía el ambiente ligero y no tan deprimente.
Los lazos entre hermanas como el nuestro hacían que todo fuera más fácil de soportar.
¿Qué ha cambiado en su vida desde que le diagnosticaron el cáncer?
Conocer a otros supervivientes de cáncer.
Durante mi tratamiento, otros pacientes de mi edad no querían hablar y mantenían las distancias.
Así que la primera vez que conocí a otros supervivientes de cáncer fue en diciembre de 2014 en Bucarest, durante un acto de Youth Cancer Europe.
Desde entonces aprendí lo que significa el apoyo entre iguales y lo importante que es en nuestras vidas más allá del cáncer.
Nos conocemos, comprendemos y apoyamos mutuamente.
Es una relación muy fuerte desde los primeros minutos tras conocernos por primera vez.
¿Cuál es el mejor consejo que ha recibido?
«Estás enfadado o triste porque te importa».
Soy una persona muy temperamental.
De niña y adolescente, me decían que era demasiado ruidosa, demasiado sensible, demasiado intensa y muchas cosas más.
Ahora lo sé: hace falta mucho valor para mostrar mis emociones y ser sincera con ellas.
Si me importa, lucharé por ello.
Yo lo llamo pasión 🤭✨
¿Qué le hace iluminarse al instante?
Recuerdos.
Tengo muchos recuerdos con todas las personas que quiero y a las que aprecio.
Algunas de ellas ya no están, así que me gustan aún más mis recuerdos.
Es como si tuviera una película reproducida en mi cabeza y lo único que quiero es volver a sentir esas emociones.
¿Qué hay en su lista de cosas que hacer antes de morir?
Viaje a Asia y a Sudamérica.
Me encanta viajar y conocer nuevas regiones.
Nunca he estado fuera de Europa, así que me gustaría ver Japón y quizá México.
Es una cultura totalmente diferente a la polaca, así que me hace mucha ilusión experimentarla algún día.
Quizá planee un viaje para mí y mis amigos para mi 30 cumpleaños en 2025.
¿Qué hace para relajarse?
Me gusta pensar que soy un coleccionista aficionado.
En mi tiempo libre: pinto con acrílicos, dibujo con ceras de acuarela, hago posavasos y portavelas de arcilla, escribo la historia de mi propia vida en forma de espectáculo cómico, juego, hago gráficos, hago fotos, voy de excursión a los bosques cercanos o hago sudokus.
Hay muchas cosas y me encantaría probar aún más aficiones.
¿Cuáles son sus normas personales?
«Si quisieran, podrían».
Cuando se trata de apreciar mis acciones, no necesito palabras.
Necesito la misma energía y atención que doy.
Fui una «complaciente» durante la mayor parte de mi adolescencia, así que como joven adulta todavía estoy aprendiendo que necesito límites y más respeto por mí misma.
También el respeto por mi propio tiempo y emociones son muy bienvenidos.
🙂
¿Qué lección le costó más aprender?
Hay situaciones en la vida en las que te sientes impotente.
He perdido a personas que me importaban demasiado pronto o de repente y no es justo.
Aceptar que la vida no siempre es justa y que ocurrirá de vez en cuando es frustrante.
Por eso quiero estar aún más presente en el «ahora» y apreciar cada día.
¿Qué aplicación utiliza más en su teléfono?
Duolingo.
Tengo que decir que intenté aprender italiano, neerlandés y luego rumano.
Desde hace tres meses estoy aprendiendo español.
Veremos si éste se me queda grabado.
No es fácil.
Las lecciones son inglés-español, así que también tengo que traducir en mi cabeza del polaco.
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