mindfullness como joven superviviente de cáncer

Mindful Self-Compassion (MSC) es un programa con un alto potencial para aumentar las habilidades de afrontamiento de los supervivientes de cáncer adolescente o adulto joven. La intervención MSC consta de ocho sesiones semanales en línea de 90 minutos y está dirigida por un instructor cualificado. Se realizan una serie de ejercicios para cultivar la autocompasión en los participantes. Por ejemplo, mindful eating, escribir una carta compasiva a uno mismo, meditaciones y debates.

El MSC se centra en tres componentes:

  1. Amabilidad consigo mismo (tratarse con cuidado y compasión ante el fracaso o la percepción de inadecuación).
  2. Humanidad común (reconocer que el sufrimiento no es algo aislado, sino que forma parte de la experiencia humana compartida).
  3. Mindfulness (conciencia y aceptación de emociones, pensamientos o sensaciones físicas difíciles).

Los tres componentes del MSC, que juntos conforman la definición de autocompasión, pueden ser particularmente útiles para abordar los factores estresantes comunes y únicos de hacer frente a una enfermedad potencialmente mortal durante los periodos de desarrollo vulnerable de la adolescencia y la juventud.

¿Cuáles son los factores de estrés de los supervivientes?

Los adultos jóvenes expresan tres categorías de estrés psicosocial:

  • Aislamiento social (sentirse incomprendido, carecer de apoyo y sentirse «desubicado» con respecto a sus compañeros).
  • Preocupaciones corporales (funcionamiento y aspecto del cuerpo)
  • Ansiedad relacionada con la salud (volver a enfermar)

¿Cómo ayuda el MSC a hacer frente a los factores estresantes?

Aislamiento social

Para contrarrestar el aislamiento entre iguales, el plan de estudios del MSC parece útil y pertinente, ya que promueve la autosuficiencia en el apoyo emocional, la humanidad común en la comunidad de supervivientes y la concienciación sobre el apoyo positivo.

Autosuficiencia para apoyarse

Se capacita a los participantes para consolarse a sí mismos sin depender de los demás. Para ello, deben ser conscientes de su sufrimiento emocional y responder a esas dificultades con palabras amables y compasivas. No es una tarea fácil y requiere tiempo y práctica continua. Algunos participantes señalaron que tenían dificultades para encontrar y confiar en su voz compasiva, o notaron que la autocompasión les incomodaba. Sin embargo, estos retos son típicos de las personas que aprenden autocompasión por primera vez.

Humanidad común en la comunidad de supervivientes

Los participantes deben obtener consuelo y fuerza al reconocer que no están solos en el sufrimiento y crear un sentimiento de conexión con la comunidad de supervivientes. A través de las mediaciones, se fomenta la conciencia de las similitudes con los demás y la conexión humana. El propio grupo de intervención también se estrecha con el tiempo y se percibe como una fuente de apoyo.

Mindfulness para un apoyo positivo

Por último, el curso también pretende destacar las relaciones positivas y crear conciencia del apoyo recibido. Por ejemplo, en un ejercicio en el que se guiaba a los participantes para que imaginaran a un amigo compasivo que dice palabras reconfortantes, una participante tomó conciencia de la influencia positiva que un amigo tenía en su vida.

Preocupaciones corporales

La preocupación por el funcionamiento y el aspecto del propio cuerpo se aborda mediante la autocompasión, la gratitud, la aceptación y la toma de conciencia.

Amabilidad con las limitaciones

El curso anima a los participantes a afrontar sus síntomas o limitaciones físicas con amabilidad y calidez, en lugar de verlos como signos de debilidad o inadecuación. Se fomenta la aceptación de las propias dificultades o insuficiencias mediante un ejercicio en el que los participantes imaginan lo que les diría un amigo compasivo.

Gratitud por las partes del cuerpo que funcionan

Las meditaciones y los ejercicios que implican prestar atención amorosa a las partes del cuerpo evocan un sentimiento de aprecio por el propio cuerpo. A pesar de todo lo que ha sufrido el cuerpo, hay muchas partes que funcionan bien y que han hecho un gran esfuerzo para hacer frente al cáncer. Los ejercicios de exploración corporal permiten a las personas valorar los aspectos de su cuerpo que funcionan.

Aceptación del cuerpo

Se anima a los participantes a percibir las sensaciones relacionadas con su cuerpo sin juzgarlas. En particular, las exploraciones corporales animan a sentirse conectados con el propio cuerpo en su estado actual sin juzgarlo severamente. También puede haber sentimientos encontrados de resistencia y aceptación hacia un cuerpo cambiado por el cáncer. En el mejor de los casos, el ejercicio se reconoce como un viaje en el que los participantes se vuelven gradualmente más capaces de aceptar la corriente de su cuerpo.

Conciencia de las emociones difíciles

Los ejercicios que centran la atención en el yo físico pueden llevar a los participantes a tomar conciencia de emociones difíciles. Sin embargo, el MSC está pensado precisamente para estas situaciones, cuando las emociones difíciles están presentes, ya que proporciona una forma de hacer frente al dolor emocional, practicar el autocuidado e iniciar el proceso de curación a través de la aceptación. En estos casos, los instructores responden a las emociones difíciles animando a los participantes a ser amables y pacientes con sus emociones negativas y a estar abiertos a la posibilidad de aceptación y curación sin esperar que ocurra de inmediato.

Ansiedad relacionada con la salud

Muchos supervivientes hablan del miedo a la reaparición del cáncer y del reto que supone intentar vivir el presente y no preocuparse por el mañana. Las prácticas de atención plena parecen útiles para combatir la ansiedad relacionada con la salud.

Ejercicios de atención plena

Los ejercicios de atención plena «en el momento» se entrenan para desviar la atención de las preocupaciones sobre el futuro y dirigirla hacia el momento presente. Un ejemplo de ello es la piedra «aquí y ahora», que atrae la atención hacia la piedra y el momento presente en cuanto se tiene en la mano.

La conciencia corporal desencadena ansiedad relacionada con la salud

Por otro lado, algunas prácticas (especialmente los bodyscans) también desencadenaron sentimientos de ansiedad o malestar debido al aumento de la conciencia corporal. Así, las sensaciones físicas o la falta de sensaciones durante el ejercicio se percibían como posibles signos de reaparición de cáncer u otra enfermedad. En estos momentos, el facilitador del MSC anima a no relacionar o intentar explicar las sensaciones que se producen (o no se producen) con un «argumento» y a centrarse en otras partes del cuerpo si es necesario.

La autocompasión consciente es una intervención valiosa para abordar las necesidades psicosociales de los supervivientes y apoyar la adquisición de habilidades de afrontamiento útiles. Es importante aprender y ejercitar las prácticas con instructores cualificados, ya que pueden hacerse conscientes emociones dolorosas y surgir sensaciones desagradables.