En la tranquilidad de la noche, cuando el mundo se ralentiza y el ajetreo del día se desvanece en el silencio, el sueño debería llegar fácilmente.

Pero cuando se está inmerso en un tratamiento contra el cáncer, el sueño, ese amigo amable y reparador, puede resultar difícil de conciliar.

Es irónico, ¿verdad?

En un momento en que el cuerpo ansía descansar más que nunca, el sueño se hace de rogar.

Sin embargo, comprender y recuperar el sueño durante el tratamiento no es sólo un lujo, sino un pilar fundamental de la curación.

Desvelemos los secretos para dormir mejor, respaldados por la ciencia, la empatía y la sabiduría práctica.

Sueño y descanso

El porqué: El papel del sueño en la curación

El sueño no es sólo una pausa en las actividades diarias; es un estado activo en el que se produce la curación y la restauración.


Durante el sueño
el cuerpo repara las células, rejuvenece los tejidos y consolida la memoria, procesos vitales, sobre todo cuando se está en tratamiento.

Los obstáculos: Por qué se nos escapa el sueño

Los tratamientos contra el cáncer, junto con la carga emocional del diagnóstico, pueden alterar los patrones de sueño.

Los efectos secundarios como el dolor, la ansiedad y los efectos de la medicación pueden convertir las noches de descanso en noches agitadas. Se observa que abordar estas trastornos es clave para el bienestar general durante el tratamiento.

Técnica 1: Ritualizar la relajación

Crea un ritual para antes de dormir. Tal vez sea un baño caliente, una taza de té de hierbas o unas cuantas páginas de un libro tranquilizador. Según la Clínica Mayolas rutinas indican al cerebro que es hora de relajarse.

Técnica 2: Abrazar la oscuridad

Haga de su dormitorio un santuario del sueño.

Manténgalo oscuro, fresco y tranquilo. El Instituto Nacional del Cáncer sugiere que un entorno propicio para el sueño puede mejorar significativamente la calidad del mismo.

Técnica 3: Movimientos conscientes

El yoga, el tai chi o un paseo tranquilo pueden ayudar a los enfermos de cáncer a dormir mejor por la noche. Sin embargo, como

Cancer Research UK

evitar el ejercicio vigoroso cerca de la hora de acostarse.

Técnica 4: Desconectar para recargar

En nuestra era digital, las pantallas están por todas partes, pero su luz azul puede interferir con el sueño. Intenta desconectar de las pantallas al menos una hora antes de acostarte, un consejo del que se hacen eco expertos del sueño de todo el mundo.

Técnica 5: Nutrirse para dormir

Lo que comes puede afectar a tu sueño.

Opta por comidas ligeras,
comidas nutritivas
por la noche.

Los alimentos ricos en magnesio y potasio, como los plátanos o las almendras, pueden favorecer la relajación, según las recomendaciones dietéticas para enfermos de cáncer.

Técnica 6: Buscar orientación profesional

Si los trastornos del sueño persisten, considere la posibilidad de hablar con un especialista del sueño. A veces, terapias como la terapia cognitivo-conductual para el insomnio (TCC-I) pueden ser eficaces, como sugieren diversos estudios sobre el sueño.

Mientras navegas por las difíciles aguas del tratamiento, recuerda que el sueño es tu aliado, esperando cada noche para envolverte en su abrazo reparador.

Al comprender su importancia y adoptar técnicas para mejorarla, no sólo estás cerrando los ojos al descanso; estás abriendo una puerta a la curación.

Así que esta noche, al acostarte, deja ir las preocupaciones del día y navega hacia los tranquilos mares del sueño, sabiendo que cada noche de descanso es un paso hacia la recuperación.

En las horas silenciosas de la noche, cuando el sueño parece una orilla lejana y tus pensamientos como olas interminables, recuerda que no estás solo en este viaje. Hay un paraíso esperándote, una amplia

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